A principios de la década de los 80´’s había un programa de intercambio donde estudiantes mexicanos viajaban a Estados Unidos y jóvenes estadounidenses venían a Mexico para aprender un segundo idioma.
Con personalidad tímida y sabiendo solo unas cuantas palabras en inglés, me costó mucho adaptarme, no entendía nada, así es que mi lenguaje se limitaba a sonreír o poner cara de ¿what?
Una experiencia que me marcó
Estando en la isla, recuerdo que cuando caminaba me decía a mi misma, “observa bien este azul en el cielo, este verde en las montañas, escucha el mar, es algo especial y hermoso que quizá ya no lo vuelvas a ver”